Cómo automatizar y controlar el acceso al parking comunitario

La problemática del parking comunitario

En una Comunidad de propietarios el aparcamiento comunitario, ya sea en un garaje o en superficie, es una de las zonas más utilizadas por los residentes. Habitualmente necesitan hacer uso de sus vehículos y eso requiere acceder a la zona, encontrar su plaza de aparcamiento y salir y entrar de la forma más fácil posible.

Pero de igual manera, al ser un punto público y externo de entrada a la Comunidad se requiere tener medidas de seguridad que controlen el acceso al mismo sólo a las personas residentes que tengan una plaza de aparcamiento. O bien a personas externas que puedan utilizar puntualmente las plazas de un residente por algún motivo justificado.

Ocurre además que en muchas ocasiones los propietarios de algunas de las plazas de aparcamiento no son personas que residan en la misma Comunidad, sino que han adquirido su aparcamiento únicamente como servicio para poder dejar su vehículo, bien por cercanía a su residencia, trabajo o similar.

Pero yendo un poco más a lo que nos incumbe, el control del acceso a dicho parking comunitario es algo necesario que suele solucionarse con un sistema de apertura de la puerta de acceso motorizada, y con unos mandos de radriofrecuencia que son adquiridos por los residentes.

Esta solución aunque suele ser la más habitual que podemos encontrar en una Comunidad, cuenta con algunos inconvenientes:

No existe registro de acceso: La puerta se abre cuando desde alguno de los mandos se solicita, y normalmente esta instrucción va directamente al motor de la puerta y no se tiene control adicional sobre quién y cuándo accede a través de un registro que pueda consultarse en caso de necesidad.
Los mandos pueden conpiarse fácilmente: existen multitud de maneras diferentes de hacer una copia de un mando, y existen además multitud de empresas donde utilizando uno de los mandos existentes pueden copiártelo y crearte mandos adicionales.
No existe control sobre los vehículos: puede acceder al parking alguien que tenga el mando, independientemente del vehículo que sea. Es decir, podemos controlar únicamente a quien tenga un mando, pero nunca al vehículo que utiliza para acceder.
No existe control sobre la dirección: es decir, la puerta se abre al recibir la instrucción, pero no sabemos si es en dirección salida o entrada al parking. No podemos conocer en un momento determinado cuántos vehículos existen en el aparcamiento o cuántes plazas hay libres. Esto es lo que se llama en el argot un sistema anti-passback.
El acceso puede ser múltiple: cuando alguien abre la puerta, puede haber otro vehículo justo detrás que entre o salga sin tener que identificarse, simplemente aprovechando el tiempo de apertura de la puerta.
No podemos dar permisos a terceros para entrar: si por ejemplo necesitamos que un vehículo de una empresa de servicios que está trabajando en nuestra vivienda acceda, la única manera será proporcionarle el mando de apertura, bien estando allí en el momento requerido o bien dejándole temporalmente el mando a dicho tercero.
No es posible automatizar el acceso: es decir, necesitamos siempre pulsar en el mando (o llamar a un teléfono, que suele ser a veces otra solución utilizada) para que se abra la puerta. Se requiere una acción por nuestra parte para poder abrir la puerta.
No podemos limitar el acceso por número de plazas: sabemos que en muchas Comunidades hay residentes que utilizan habitualmente plazas que no les pertenecen porque habitualmente no hay vehículos en ellas. Pero esto no siempre será cierto, con lo que deberíamos limitas el acceso dependiendo de las plazas de cada residente.
No se tiene control alguno sobre los mandos: sucede que los residentes dejan de ser residentes y los mandos no se devuelven. Que los residentes hacen copias y no se comunican. En definitiva, llega un momento en que es imposible conocer qué mandos existen y quién los tiene.

Basta decir que todos estos inconvenientes pueden ser asumibles por muchas comunidades, pero también es cierto que si se quiere un control de acceso más exhaustivo y que permita cierta automatización, las soluciones que se suelen utilizar a día de hoy no permiten hacerlo.

Mejoremos el control de acceso al parking

Desde nuestro punto de vista, una solución óptima en cuanto a seguridad en el acceso al parking sería la siguiente:

Se eliminan los dispositivos físicos que permiten identificarse. En el ejempo que hemos estado utilizando eliminaríamos los mandos de radiofrecuencia y lo sustituiríamos por el dispositivo que hoy en día todos llevamos encima, el móvil.

También modificaríamos la puerta de entrada, evitando que la misma permita un acceso múltiple, por ejemplo con barreras anteriores y/o posteriores, que únicamente permitan el acceso a un vehículo por cada identificación.

Finalmente utilizaríamos una app para identificarnos en el acceso al parking. Dicha app debe permitir el registro de entrada/salida, el control de las plazas en cada momento (es decir, saber en cada momento qué plaza está libre u ocupada) y la autogestión del acceso, pemritiendo o bien especificar las matrículas de los vehículos por parte de cada residente o bien permitir acciones de apertura remota o a terceros.

De esta manera eliminamos casi todos los inconvenientes que hemos descrito anteriormente, y pasamos a un sistema de control de acceso más seguro , donde a cada propietario pueda ofrecérsele su llave digital para acceder al parking, se registren todos los accesos y por tanto se pueda llevar el control en tiempo real del uso del aparcamiento, y finalmente se integre toda la solución de acceso en la misma app que utiliza la Comunidad para su gestión y comunicación.

Esta es la solución que proponemos en Onzane y que implica utilizar nuestra app Onzane por parte de los vecinos para controlar el acceso al parking comunitario de manera integrada, digital y con registro.

Automaticemos el control de acceso al parking

Pero claro, hay un punto donde nuestra seguridad en el control de acceso al parking pueda verse mermada, y es precisamente en el control del vehículo. Es decir, con la solución propuesta en el punto anterior conseguiremos eliminar los inconvenientes descritos, pero no conseguimos dotar al sistema de acceso de un control del vehículo que accede, sino de la persona. Seguimos haciendo que la identificación sea normalmente por parte del conductor del vehículo que accede, pero no sabemos qué vehículo está accediendo, ni siquiera si es un coche o una moto. O si por ejemplo el vecino tiene varias plazas en el aparcamiento comunitario, cuál de ellas utilizará para aparcar el vehículo.

Pero también esta problemática tiene solución, y además aparte de solucionarla con tecnología adicional, podemos añadir incluso un aspecto que no teníamos anteriormente como es la automatización del acceso. El hacer que el vecino ni siquiera tenga que utilizar su móvil para identificarse y que tan solo llegando a la puerta de entrada (o salida), se nos permita o no el acceso teniendo en cuenta qué vehículo está intentando acceder.

Para este paso necesitamos añadir tecnología adicional que nos permita identificar automáticamente cuál es el vehículo que intenta entrar o salir y que de esa forma podamos asociarlo a una plaza y a un vecino en concreto. Esta tecnología se basa en cámaras de lectura automática de matrículas. Es decir necesitaremos implantar unas cámaras de lectura tanto a la entrada como a la salida, y conectarlas a nuestro sistema tecnológico para que automáticamente podamos permitir el acceso dependiendo del vehículo que lo pide.

Nuestra app Onzane permite que cada vecino, para cada una de sus plazas de aparcamiento que tenga en propiedad, pueda definir la matrícula de uno o varios vehículos (es cofigurable) de manera autónoma. Simplemente indicando la matrícula del vehículo al que se quiere dar acceso, el sistema identificará al propietario y sabrá si la plaza está ya ocupada o no, y finalmente permitirá el acceso al parking. Y todo ello sin que el vecino tenga que hacer nada más que acercarse con su vehículo a la entrada del parking.